EFECTOS NEGATIVOS DEL CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL

Conoscamos: El alcohol es, hidratos de carbono, pero no se convierten en glucosa como la mayoría de los carbohidratos, éstos se convierten en ácido graso por lo que son más propensos a almacenar grasa en el cuerpo. El contenido calórico del alcohol es de 7 calorías por gramo, por ejemplo 1 cerveza de 330ml aporta entre 125-200 calorías. Diversas investigaciones han demostrado que pequeñas cantidades de alcohol pueden beneficiar al cuerpo como puede ser un vaso pequeño de vino. Sin embargo una intoxicación alcohólica aguda se traduce en temblor, ansiedad e irritabilidad, náuseas, disminución de la función mental, etc. Una enfermedad crónica del alcohol conduce a la destrucción interna del hígado, corazón, cerebro, músculos y el cáncer en muchos casos.
ALGO ACTUAL EN JÓVENES: La prensa se ha hecho hoy eco de un estudio que afirma que con trece años se comienza a consumir alcohol, y que los botellones es el entretenimiento preferido por muchos jóvenes en nuestro país. Este hecho nos ha parecido alarmante, y por ello se quiere alertar sobre los peligros de hacer de la borrachera y el exceso de alcohol una norma semanal, ya que se trata de la droga más consumida que genera en nuestro cuerpo una serie de daños irreparables.
El alcohol, como toda droga, genera dependencia en aquellos individuos que lo consumen. A pesar de que la mayoría de nosotros lo utiliza como herramienta de diversión y no convive salir de fiesta sin consumir alcohol. Como todo en nuestra vida, tener un límite es fundamental a la hora de consumir alcohol. No se trata solo de un riesgo para nuestra línea, ya que ya hemos visto que el alcohol nos aporta altas cantidades de calorías que acumulamos en forma de grasa, sino que además un exceso continuado del mismo desencadenará en nuestro organismo una serie de efectos nocivos. Cuando ingerimos alcohol nuestro cuerpo recibe cantidades elevadas de etanol derivadas del alcohol. Esta sustancia es la que hace que poco a poco adquiramos una dependencia, ya que nuestro cuerpo experimenta una sensación de frenesí y falsa euforia que tiene un efecto de subida y bajada, ya que después de sentirnos alegres suelen venir periodos de depresión, ya que el alcohol y las sustancias que libera en el organismo afectan directamente a nuestro cerebro causando diferentes trastornos que terminan en problemas psicológicos, además de la propia dependencia que a medida que pasa el tiempo se va acrecentando. A nivel físico los efectos del exceso de alcohol son demoledores. En primer lugar debemos tener en cuenta que el alcohol se procesa a través del hígado, que se ve afectado y con el paso del tiempo puede dar lugar a enfermedades hepáticas. El alcohol aumenta los niveles de triglicéridos y por lo tanto empeora la circulación sanguínea, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Nuestros sentidos se ven afectados enormemente, ya que altera el control de nuestro cuerpo y el equilibrio. El aumento de la masa grasa es elevado, y con él la disminución de la masa ósea y la fragilidad de nuestro esqueleto, pudiendo lesionarnos con más facilidad. Es importante que tengamos esto en cuenta a la hora de divertirnos mediante la ingesta descontrolada de alcohol. Como hemos comentado en infinidad de ocasiones, todo es bueno en su justa medida, aunque con el alcohol es mejor quedarnos cortos siempre. TODOS SOMOS VULNERABLES:
NO ES UN PROBLEMA NACIONAL, ES TAMBIÉN MUNDIAL: El alcoholismo es un problema que se manifiesta a nivel mundial. Según estimados de la Organización Mundial de la Salud más de 62 millones de personas en todo el mundo sufren de dependencia del alcohol. En los Estados Unidos solamente se estima que más de ocho millones de personas son dependientes del alcohol y que varios millones más aunque no son dependientes del alcohol tienen problemas relacionados con el consumo de éste.
Un problema particularmente agudo es el de los adolescentes e incluso niños, que ingieren bebidas alcohólicas. Sabemos que el alcohol causa grandes daños al organismo y particularmente al cerebro. En años recientes ha surgido evidencia de que en el caso de los adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo, este daño es particularmente severo. OTROS DAÑOS: Antes de detallar los daños particulares en el caso de los adolescentes, veamos en términos generales varios de los daños al organismo causados por el consumo de alcohol. Cuando una persona ingiere una bebida alcohólica, el alcohol es absorbido rápidamente por el estómago y por los intestinos. A través de la sangre el alcohol viaja a través del cuerpo afectando casi todos los órganos. El alcohol tiende a deprimir las funciones del sistema nervioso central el cual está formado por el cerebro y el cordón espinal, afectando sus funciones. Mientras mayor sea la dosis de alcohol, mayor es este efecto depresor. Cuando el consumo de alcohol es crónico se puede producir un deterioro y una severa pérdida de la memoria.
ALCOHOLISMO Y MUJERES EMBARAZADAS: Cuando las mujeres embarazadas consumen elevadas cantidades de alcohol corren un alto riesgo de que el bebé nazca con lo que se conoce como el síndrome de alcohol fetal. Esta condición es la principal causante de defectos al nacer. Entre estos defectos figuran retardación mental, un bajo peso al nacer y un desarrollo lento, problemas visuales, de audición y del corazón, un pobre tono muscular y una cabeza de tamaño pequeño.
Algunos bebés expuestos al alcohol durante el periodo de desarrollo fetal no desarrollan el síndrome de alcohol fetal pero desarrollan una condición conocida como efecto fetal del alcohol que se caracteriza por problemas de conducta, incapacidad para desarrollar el pensamiento abstracto y dificultad para prestar atención. El alcohol puede ocasionar que algunas vitaminas no se absorban bien lo que puede causar malnutrición aunque la persona coma normalmente. Más aún, las personas dependientes del alcohol tienden a perder el apetito. Su fuente principal de calorías muchas veces termina siendo el alcohol. Esto hace que no se alimenten adecuadamente lo que causa un problema de malnutrición aún mayor. El alcohol también causa irritación del tracto gastrointestinal y desgaste de la capa protectora del estómago. Con esto se producen náuseas, vómitos y en algunos casos, sangrado.
El hígado es otro de los órganos afectados por el alcohol. En las primeras etapas el consumo crónico de alcohol causa acumulación de grasa en el hígado. En algunos casos esto puede progresar hasta convertirse en hepatitis, la cual inflama el hígado y causa la muerte de células hepáticas. En otros casos puede desarrollarse cirrosis, la cual se caracteriza por la sustitución del tejido normal del hígado por tejido cicatrizal. Cuando esto sucede el hígado no puede llevar a cabo eficientemente su labor de procesar las toxinas produciéndose una intoxicación de la sangre que puede, incluso, causar la muerte.
El consumo crónico de alcohol también puede afectar al corazón, causar el cese de la menstruación en las mujeres e impotencia en los hombres. También aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer como el de colon, laringe, hígado y esófago. CONCLUSIÓN: Para las personas que beben crónicamente es sumamente importante dejar la bebida lo antes posible. Se sabe que con el tiempo es posible para los adultos recuperar las funciones perdidas. Es posible que en los adolescentes esto sea también posible. Sin embargo, mientras más tiempo se lleve bebiendo mayor es el daño y más difícil la recuperación. No dañes tu vida de esta manera, no pierdas tu tiempo en estar consumiendo bebidas alcohólicas, dedícate a algo bueno y disfruta, pero de la manera sana.

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